Posteriormente se corrigió este error y la vida cultural, artística e intelectual logró posicionarse nuevamente sin antecedentes. A partir de ese período nacieron el Ministerio de Cultura y el Instituto Superior de Arte.

Este importante cambio hizo que la danza cubana de finales de los 80 y principios de los 90 tuviera un espacio espléndido. Este cambio radical originó grandes proyectos y creaciones, evolucionando de manera notable y con el firme propósito de indagar en la unidad, contenido y forma de la realidad cubana.

Con una extensa fusión de técnicas y estudios Ramiro creó una danza nacional, una técnica con carácter propio e inconfundible. De esta manera, logró que la técnica cubana tuviera un estilo peculiar, que se ha desarrollado para cumplir con criterios pedagógicos y técnicos bien definidos sobre las metas a alcanzar.

La técnica cubana involucra varios elementos y estilos. De la escuela americana tomó principalmente la torsión de la técnica de Martha Graham, la mesita de Merce Cunningham, los cambios de peso de José Limón y las caídas de recuperación de Doris Humphrey. Como fuente fundamental de motivación, utilizó el origen y principios técnicos del movimiento folclórico cubano, la técnica de ondulación de Obbatalá con sus posiciones abiertas y cerradas y el uso del anzuelo de los diablillos de manos de Abakuá. De igual forma manejó el movimiento pélvico proveniente de los bailes de Changó y Ochún como el gran centro energético del cuerpo con virilidad y sensualidad; de la cultura bantú, las armas con su estilo barroco y, por supuesto, del danzón, la contradanza y el son cubano.

Muchos teóricos afirman que el estilo cubano combina técnica con temperamento, provocando que surjan diferentes ritmos, intensidades, matices y movimientos corporales.

Según Elizandro Reyes, teórico de la danza cubana; hay una diferencia entre la danza contemporánea cubana y la danza moderna cubana.

Los antecedentes de la danza moderna cubana provienen de las técnicas de baile de Martha Graham y su simbiosis con las danzas cubanas de origen africano.

El profesor Ramiro Guerro, quien estudió en la escuela de Graham; introdujo estas técnicas modernas en la compañía Nacional de Danza Moderna y los bailarines comenzaron a aplicarlas junto con las raíces de la danza de su vecindario, creando una simbiosis de movimientos de baile como ondas y giros de cadera fuera del centro.

Reyes enfatiza que la diferencia radica en que si bien hoy en día los bailarines cubanos continúan formándose siguiendo las técnicas de la danza moderna, han sido influenciados por técnicas contemporáneas introducidas por coreógrafos extranjeros que han trabajado con compañías de danza cubanas.

Por tanto, la Danza Contemporánea en Cuba es el resultado del esfuerzo de varias generaciones. Ha sido posible gracias a la creatividad e ingenio de diversos artistas que han generado el movimiento de la danza en la isla y han sabido establecer con excelencia el valor y la importancia de renovarse, nutrirse y aplicarse para lograr un desarrollo progresivo y continuo.

El movimiento que se inició en la década de 1950 continúa su proceso de evolución y los bailarines instruidos por el maestro Guerra han podido continuar su labor a favor del desarrollo de la danza en el país.