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Bailes cubanos

Orígenes de los bailes de salón en Cuba.

Diferentes clasificaciones de las manifestaciones músico-danzarias se pueden encontrar dentro del extenso legado dancístico que tiene Cuba hoy, perteneciente a las tres principales raíces del folclore cubano: hispánica, africana y franco-haitiana. Entre ellos podemos mencionar las danzas folclóricas tradicionales de contenido ritual, y las danzas folclóricas tradicionales profanas. Intrínsecamente a estos últimos, se distinguen a su vez los bailes sociales o de salón.

Es el caso de las fiestas populares, carnavales, parrandas, charangas y todo tipo de fiestas públicas o privadas.

Desde el siglo XVIII, y probablemente antes; los bailes de salón más diversos que surgieron en otros países se introdujeron en Cuba a través de diferentes vías, y que constituyeron la moda del momento (Danza campestre francesa, Minuet, Rigodon, Lanceros, Quadrille, Vals). Luego de llegar a la Isla y alcanzar su apogeo, pasaron por un proceso de adaptación a las nuevas condiciones socioculturales y geográficas. Los antecedentes de los bailes de salón cubanos se encuentran en la contradanza, género musical bailable catalogado dentro de los llamados códigos de la danza y que se originó en Inglaterra y Normandía.

La Contradanza es introducida en Cuba por España que, como colonia, impuso sus hábitos y costumbres en la Isla; por Inglaterra, cuando los británicos se apoderaron de La Habana en 1762; y por Francia, como consecuencia de las sucesivas migraciones franco-haitianas hacia el oriente del país durante la Revolución Haitiana de 1791.
Los elementos de la música africana entraron en este género danzario a través de los músicos que la tocaban, quienes formaban parte de las bandas de negros que tocaban en bailes públicos, escuelas de danza, fiestas de pesebre, fiestas patronales y fiestas de la clase aristocrática.

Los géneros de La Clave, La Habanera, La Criolla y el Danzón nacieron de la contradanza.

 

 

Los elementos de la música africana entraron en este género danzario a través de los músicos que la tocaban, quienes formaban parte de las bandas de negros que tocaban en bailes públicos, escuelas de danza, fiestas de pesebre, fiestas patronales y fiestas de la clase aristocrática.

Los géneros de La Clave, La Habanera, La Criolla y El Danzón nacieron de la Contradanza. El elemento sustancial más importante que aportó la Contradanza al baile de salón cubano fue su paso básico. Consiste en avanzar o retroceder alternando los pies, en cuatro tiempos musicales. En esencia esta forma básica se mantuvo en la danza, el danzón, el son y el casino, aunque evolucionó en distintas épocas con ciertos cambios en los acentos corporales y el ritmo, y algunas otras variaciones menores u ornamentos en los pies, especialmente en los desplazamientos y la ejecución de nuevas figuras.

La forma de ejecución de los movimientos seguramente fue influenciada por los esclavos, ya que también enseñaron a bailar a las señoritas.
La danza tiene como característica muy especial debido a que por primera vez en los bailes de salón cubanos; los hombres toman a las mujeres en posiciones cerradas de baile social. Este arreglo entre pareja se utilizó en el danzón, el danzonete, el chachachá, el son y finalmente en el casino.

"... los hombres toman a las mujeres en posiciones cerradas de baile social ..."

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