CALLEJÓN HAMEL. CENTRO HABANA
Esta corta calle se ubica entre las calles Aramburu y Hospital en el popular barrio de Centro Habana y es una especie de santuario dedicado a las divinidades afrocubanas. Debe su nombre a Fernando Hamel, traficante de armas en su juventud, que se instaló en esta calle y construyó allí una fundición y viviendas para sus trabajadores. Pero la calle no fue destacada hasta que un artista ingenuo, Salvador González, comenzó a pintar coloridos murales que representaban deidades africanas. Dio rienda suelta a su imaginación y además de los murales, creó esculturas y todo tipo de objetos coloreados, siempre con la idea de describir las diferentes tendencias de las religiones africanas. Se considera el primer mural al aire libre en la vía pública dedicado a la cultura afrocubana.
También se ha hecho popular por las actuaciones de los domingos de grupos que vienen a tocar música o hacer exhibiciones de rumba, una oportunidad única para ver o bailar. Es un lugar lleno de color y vida.
En el callejón se rinde homenaje a la cultura afrocubana; algunas obras están hechas con restos de viejas bicicletas o bañeras abandonadas, ahora relucientes después de tomar color. Además, existe una Nganga, lugar sagrado para la celebración de ritos de la religión de Palo Monte. El atractivo de este callejón radica en los coloridos murales que adornan todas sus paredes representando como ningún otro el sincretismo religioso y cultural de la isla. Los dibujos reproducen diferentes dioses y orishas, símbolos espirituales y animales, con poemas o leyendas escritos sobre ellos, sobre la vida, el amor, la dignidad, etc. Su objetivo principal es acercar el arte creativo al pueblo, revitalizando una calle olvidada por el tiempo y por la ciudad, con una Galería de Arte, donde el propio barrio sería parte indisoluble de una creación única en su género, en el país y en el mundo, siempre al alcance de niños, ancianos, trabajadores y profesionales. En este lugar, además, los visitantes pueden encontrar productos que están asociados a oficios y ritos afrocubanos. Este callejón es también un espacio donde interactúan el arte y la comunidad; donde se realizan verbenas en las que participan niños y vecinos de la zona.
Se organizan muchos matinés, que son como pequeños conciertos donde la gente canta, baila y bebe, generalmente al mediodía o al final de la tarde. Desde el primer día de su fundación se realizaron espectáculos y actuaciones con importantes agrupaciones y personalidades pero no es hasta 1993, que se empiezan a realizar actividades sistemáticas de todo tipo para todas las edades con el objetivo de enriquecer el patrimonio cultural de la pueblo y darlo a conocer a todos los que los visitan.